La UEFA anunció este pasado martes 22 de febrero que hasta nueva orden la final se jugará en el Gazproom Arena, estadio donde juega sus partidos de local el FC Zenit de San Petersburgo. Pero de un día para otro las cosas han cambiado drásticamente, hoy, la UEFA se ha vuelto pronunciar acerca del tema emitiendo un tweet en el que dice que mañana viernes se celebrará una reunión para analizar cautelosamente la situación.

La final de la Champions League es siempre una fecha marcada en rojo por los amantes del fútbol, un partido emocionante y vibrante que determina quién es el nuevo rey de Europa. También, es un día especial para la ciudad que alberga dicho partido, millones de aficionados se mueven en tromba a la sede de la final para alentar y animar a su equipo aunque no vayan a ver el partido al campo, haciendo que la ciudad se tiña de los colores de los dos equipos que van a disputar la final. La suma de todos estos factores, hace que se genere una atmósfera totalmente espectacular donde se respira la tensión de poder ser el campeón de Europa.
Este año, la final está destinada a jugarse en territorio ruso, pero aún no es definitivo que finalmente se pueda jugar allí. Los recientes enfretamientos bélicos entre Rusia y Ucrania, no invitan a pensar que la ciudad pueda garantizar la seguridad de todos los aficionados que acudan a ver semejante acontecimiento de tales dimensiones. Por otro lado, la Unión Europea, tampoco se ha quedado callada y ha presionado a la UEFA para que cambie el estadio donde se dispute la final, de ahí que la organización haya escuchado dicha petición y haya convocado una reunión urgente.
WEMBLEY COMO POSIBLE SOLUCIÓN
En las últimas horas, algunos medios ingleses han hablado de la posibilidad de trasladar la sede al estadio de Wembley, donde juega sus partidos la selección nacional de Inglaterra. Se trata de un estadio inmenso que se caracteriza por ser uno de los mejores del mundo, con una capacidad máxima de hasta 90.000 personas. El estadio londinense, sería sin lugar a dudas una opción espléndida para albergar la final, pero no se descartan otros estadios europeos.
PRECEDENTES DE AÑOS ANTERIORES
En las últimas dos finales de Champions, ha sucedido algo similar con el escenario donde se tendría que haber jugado la final.
El año 2020, estuvo marcado por la pandemia de la COVID-19, que arrasó el mundo entero dejando consecuencias altamente graves a nivel mundial. Como consecuencia del virus y por motivos sanitarios, el fútbol estuvo parado durante varios meses. En un principio se había acordado que la final de la Liga de Campeones se jugase a finales de mayo en Estambul (Turquía), pero la UEFA decidió aplazar el tramo final de la competición al mes de agosto. Además todos los partidos se disputaron en campo neutral, en este caso fue Portugal el país escogido. Lisboa y Oporto fueron las sedes elegidas para albergar los últimos partidos de la competición.
En 2021, ocurrió algo muy similar, la final que enfrentaba a Chelsea y Manchester City, que proclamó a los “blues” como nuevos campeones de Europa, tendría que haberse disputado también en Estambul, pero el gobierno británico no permitió viajar a ambos equipos a la ciudad turca debido a la crítica situación sanitaria que atravesaba el país oriental. Así, la UEFA, al igual que en 2020 decidió trasladar la sede a Portugal donde el panorama era más seguro y apropiado para evitar los contagios.
Veremos lo que sucede este año, en los próximos días tendremos noticias de cuál será el destino final de la mejor competición de clubes a nivel europeo.
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