Por: Federico Compañ.
“Don’t become the best basketball player on the planet, be bigger than basketball” Colin Kaepernick Nike Dream Crazy commercial (2018).
Mis oraciones y condolencias están con Vanessa Bryant y sus hijas Natalia, Bianka, Capri, que perdieron a su esposo/padre y a su hija/hermana Kobe Bryant y Gianna Bryant al igual que con las familias de las otras siete víctimas del accidente de helicóptero del día de ayer: John Altobelli, Keri Altobelli, Alyssa Altobelli, Sarah Chester, Payton Chester, Christina Mauser, Ara Zobayan.
Será la primera vez que escribo o hablo respecto a una persona que no jugó football, no se suponía que debería estar escribiendo esto, debería estar estudiando para dar mi análisis del Super Bowl, hoy oficialmente comienza el Super Bowl week. Desafortunadamente la noticia del día de ayer se ha convertido en la más grande en los Estados Unidos, y el resto del mundo. No me agrada la idea de que mi primer artículo fuera del football tenga que ser sobre esto, pero Kobe Bryant como lo veremos en los próximos párrafos trascendía deportes e inspiró a muchos incluido a mí, la grandeza de Kobe es tanta que un simple artículo no le hará un favor, pero aun así daré mis pensamientos.
No estoy aquí para hablarles de mis momentos favoritos de la carrera de Kobe Bryant o de sus hazañas más importantes o si es o no el mejor jugador de basketball de todos los tiempos, porque no soy experto en NBA (ni siquiera soy experto en NFL y es el deporte que he visto toda mi vida, menos voy a conocer un deporte el cual veo ocasionalmente). Lo que voy a hablar es como Kobe trascendió cualquier deporte y se convirtió en fuente de inspiración de una generación.
Creo que el término de una persona competitiva es usado a la ligera el mayor de los tiempos, al igual que alguien que trabaja duro o tiene mucha disciplina, mucha gente se cree que le encuadran dichos términos, pero la verdad es que muy pocas personas en el mundo son las que en verdad se merecen ser caracterizados bajo ese esquema, una de ellas era Kobe Bryant. Su increíble ética de trabajo junto con el talento que poseía y su indiscutido ánimo de competencia es lo que lo llevó a ser el mejor deportista en general en la era moderna del deporte.
No creo que sea el mejor jugador de todos los tiempos, Lebron James, Michael Jordan pueden estar por encima de él en la duela, pero el que yo lo haya llamado el mejor deportista es debido a las demás características que poseía que lo hacen único. No hay jugador o persona que motive tanto como Kobe, incluso aquellos que estaban en su nivel de locura (de la buena) en tratar de ser excelentes en todos los aspectos de su vida. Soy un football nerd conozco bastante bien a Nick Saban y junto con Kobe están igual de desquiciados por ser elite en todo lo que hacen desde lavarse los dientes, hasta ganar campeonatos en su deporte, pero Saban no cuenta con el carisma que poseía Bryant.
Mis mayores recuerdos de Kobe Bryant son cuando explicaba su mamba mentality no con palabras sino con acciones, como cuando se rompió el tendón de Aquiles contra los Warriors en el 2012 y así intentó dos tiros libres para los Lakers. Las historias que contaba su entrenador personal en preparación para los juegos olímpicos del 2012 que lo llamaba para un entrenamiento mañanero alrededor de las cinco de la mañana, después de terminar con la sesión él se regresaba al hotel a dormir unas horas, más antes del entrenamiento oficial a la 1 de la tarde, cuando llegaba Kobe ya estaba ahí, solo para enterarse que nunca se había ido, que tenía todo el día practicando.
Como esas dos historias hay infinidad y el artículo se haría interminable, pero el punto es que cuando yo escuchaba o leía esas historias, sabía que así era como era la verdadera grandeza, y Kobe al igual que para muchos, pasó a ser un modelo a seguir para mí, no importaba si no te gustaba el basketball o si no te gustaba el deporte cuando Kobe hablaba tenías que verlo por tu bien. Kobe me enseñó el verdadero significado de ética de trabajo, y de ser competitivo.
Después de seguir tantos años a Kobe lo que más entiendo, es que no importa cuánto me esfuerce o cuanto trabaje, jamás seré como él, ni tendré la “mamba mentality” lo puedo tratar de emular y seguir sus pasos lo mejor que pueda, pero pensar que alguien más tiene la mentalidad, disciplina o ética de trabajo es algo ingenuo, como dije anteriormente, se necesita estar loco, para llegar a esos extremos, y muy pocos tienen ese nivel de locura. Habrá muchos que traten de atacar el día con su “mamba mentality” me incluyo, pero como la excelencia es algo que no se puede conseguir, solo se puede tratar de acercarse lo más que se pueda.
Después de terminar su carrera llevo sus hábitos a otros lados fuera del basketball, desde incorporarse en el mundo de los negocios, hasta ganar un Oscar, Kobe nos demostraba que su búsqueda de excelencia o grandeza trascendía el deporte. Quizás la cosa más difícil que logro en toda su vida es el de ser un buen padre y ser un verdadero ejemplo a seguir para sus hijas, tratándolas de impulsar lo más que pudiera. Gianna Bryant era una adolescente de 13 años que buscaba seguir los pasos de su padre en el basketball y se podía ver que Kobe era su mayor fan, e impulsaba a la liga femenil de basketball (WNBA) más que otro jugador.
Por lo expuesto en el párrafo precedente es el porque las noticias de ayer fueron tan devastadoras, se perdió a mucha gente bastante joven, y Kobe obviamente había aportado tanto a la sociedad que le rompió el corazón entero a un país. El debate si Kobe Bryant es el mejor basquetbolista de todos los tiempos es irrelevante porque él es más grande que el basketball. Yo no recordaré sus campeonatos o estadísticas en la NBA, recordaré las decisiones humanas, y como era visto como un superhéroe por el mundo más allá del deporte. Incluso recordar a Kobe Bryant como un deportista se me hace una falta de respeto, trascendió demasiadas áreas para etiquetarlo en solo una él era una verdadera fuente de inspiración, era un verdadero competidor, era un excelente padre, era un excelente ser humano, era BLACK MAMBA.
