Un campeón “invencible”, nuevos súper equipos, jóvenes promesa y hasta cambios significativos en el Juego de Estrellas. La mesa está puesta para que la mejor Liga de basquetbol vuelva a brillar como en su época dorada.
Estamos a sólo unas horas de que suene el silbatazo que ponga fin a esta larga y tortuosa sequía de clavadas, coladas, alley oops, jumpers, tapones, triples, asistencias, dribles y, los favoritos de muchos, buzzer beaters.
Los equipos ya hicieron su parte en la pre temporada reforzándose con jugadores estrella y prácticamente “echando la casa por la ventana” con el único objetivo de ser una amenaza legítima para los actuales campeones y rival a vencer de la Liga: los Warriors de Golden State.
Ahora la responsabilidad de crear jugadas que roben el aliento y tengan a todos los aficionados al borde de sus asientos, o pegados a sus pantallas en el caso más desafortunado, recae en los jugadores, tanto de los que buscan la gloria con un nuevo uniforme como de los novatos que buscan convertirse en las futuras estrellas que sus equipos tan desesperadamente necesitan.
Por si fuera poco, también habrá un cambio importante en el Juego de Estrellas, a celebrarse en Los Angeles el próximo año, donde ahora no habrá Conferencias y los integrantes de cada equipo serán escogidos y liderados por dos capitanes (ahí sí, uno del Este y otro del Oeste) que ganen la votación del público.
Propuesto por los mismos jugadores mediante su Sindicato, del cual Chris Paul es presidente, este cambio se da con la esperanza de hacer más atractivo y competitivo el espectáculo deportivo que anualmente atrae a millones de aficionados y donde muchas marcas aprovechan para promocionarse.
Así que no se confundan, esta no es una temporada más de la NBA, al contrario, bien podría significar el resurgimiento de la Liga como una las más populares, y por lo tanto rentables, a nivel nacional (Estados Unidos) e internacional.
¿No lo creen? Dejen que los números me respalden. Los siete juegos de la Final del torneo pasado entre Warriors y Cavaliers promediaron la mayor cantidad de espectadores (20.3 millones) desde la Final entre los Bulls de Michael Jordan contra el Jazz en 1998 (29 millones de espectadores, la más vista de todos los tiempos).
Claro, los números todavía están lejos de alcanzar ese nivel dorado, sin embargo, tomando en cuenta los deprimentes ratings de años anteriores, el panorama luce muy alentador para el Comisionado Adam Silver y para la Liga en general.
Otro factor importante es el de la creciente internacionalización del deporte. Ya sea a través de los juegos especiales realizados en China, Reino Unido y México o la ascendente participación de jugadores no nacidos en Estados Unidos, el basquetbol poco a poco está expandiendo su “imperio” a viejos y nuevos territorios que se habían olvidado del deporte popularizado mundialmente por el famoso Dream Team en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.
Por muchos años la NBA ha tratado de recuperar la popularidad y el estatus de élite que gozó en los 90s, su década más redituable y famosa en cuanto a ratings se refiere, pero los esfuerzos parecían ser en vano.
Ahora, la ya histórica rivalidad entre los Warriors y Cavaliers, además de la creación de nuevos súper equipos decididos a acabar con la hegemonía de ambas escuadras en sus respectivas Conferencias, hacen que la Temporada ’17-’18 del mejor basquetbol del mundo se convierta en una espectacular “película” con una trama entretenida, fresca y atractiva para las nuevas audiencias.
Como aficionado a este hermoso deporte no podría estar más contento y entusiasmado por conocer las sorpresas que nos deparan los cientos de juegos, empezando por el Celtics vs Cavaliers hoy a las 19:00 horas.
No sé ustedes, pero creo que ya es hora de que la NBA vuelva a estar bajo los reflectores en el mayor escenario deportivo y haciendo lo que mejor sabe hacer: enamorar a millones de fanáticos con cada swish de la red.
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