Manny Ramírez firmó su contrato en enero, y aunque no se dieron detalles económicos, tiene algunos beneficios inusuales.
Según YakyuDB.com, el exjugador de los Red Sox e Indians, entre otros equipos de las mayores, recibirá todo el sushi que quiera, tendrá un chofer que lo llevará en un Mercedes Benz y se alojará en un hotel de lujo, pero no todo será glamuroso.
Los Fighting Dogs jugarán la mayoría de sus partidos como locales en el estadio municipal de Kochi, con capacidad para 6.000 personas. Con un infield de tierra, es un estadio típico de los pueblos más pequeños en Japón: limpio pero sin las comodidades de los estadios de las urbes. Es usual que los baños sean al estilo tradicional japonés, sin tazas de inodoro.
Y la ciudad de Kochi no se parece en nada a las urbes como Japón u Osaka.
El portal Visit Kochi describe a la provincia como “una joya escondida que sin duda alguna está apartada. Es uno de esos lugares que mucha gente dice que quiere visitar, pero nunca llegan”.
No hay muchas opciones de entretenimiento el Kochi, así que Ramírez tendrá tiempo para conocer atracciones de la zona como Sugi no Osugi, el cedro más alto de Japón y de unos 3.000 años de antigüedad.
En cuanto al clima, más vale que el dominicano tenga su paraguas. Kochi es muy húmedo y recibe el doble de lluvia que las otras ciudades principales de Shikoku, Matsuyama y Takamatsu. También es la ciudad japonesa más expuesta a los tifones.
Ramírez terminó su carrera en las mayores con promedio de .312, 555 jonrones y 1.831 remolcadas. Elegido en 12 ocasiones al Juego de Estrellas, ayudó a los Boston Red Sox a conquistar los títulos de la Serie Mundial de 2004 y 2007. Pero también tuvo problemas con casos de dopaje, y en 2009 fue suspendido por 50 partidos mientras estaba con Los Angeles Dodgers.
Se retiró en 2011 para no enfrentar una suspensión de 100 partidos por un segundo caso de dopaje
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