Identificar un problema y encontrar una solución duradera ha hecho de Pep Guardiola y Jurgan Klopp dos de los entrenadores de élite más grandes del nuevo siglo.
Ambos tienen una filosofía sorprendente del juego. Mientras que Jurgen Klopp sufrió demasiado al llegar a Anfield después de su serie de turbulencias, Klopp descubrió los lazos débiles en su equipo y se esforzó por solucionarlo. La compra de Van Djik a un precio escandaloso finalmente resolvió el gran problema defensivo del Liverpool y el resultado de aceptación y hoy, ahora son el mejor equipo de Europa con 18 partidos ganados consecutivos.
Solo el Manchester United en su último partido les había impedido llevarse los tres puntos.
La misma aplicación es Guardiola, aunque con un equipo mucho más antipático ya que Manchester City lo atrajo a la Premier League inglesa a base de billetazos. Pep sabía bien que EPL era la liga más dura del mundo donde todos sus récords servirían de poco si quería volver a triunfar. Tuvo que adaptarse rápidamente para salvaguardar su reputación y justificar la gran inversión que hizo City en él y en todos los jugadores que ha pedido. Entonces, analizó su escuadrón e identificó la defensa central como su mayor debilidad. Pep no perdió tiempo en resolver ese problema, incluso si eso significaba romper las reglas del juego limpio financiero de la UEFA. John Stones fue una transferencia escandalosa en medio de la tormenta para City. Continuó levantando la liga consecutivamente con un escape estrecho la temporada pasada.
La nueva temporada es bastante diferente para ambos entrenadores, ya que compiten por el dominio con la misma filosofía del juego. Klopp, como la temporada pasada, comenzó con buena nota y Pep tuvo problemas, pero superó la mesa en enero. Los mismos entrenadores están de nuevo esta temporada, pero con Pep Guardiola en un lío más grande. Sus defensores centrales: John Stone y Aymeric Laporte están lesionados y el City está detrás del Liverpool por 6 puntos y ambos juegos pendientes por jugar entre ellos. Si Pep no hace nada para detener esta condición, y siguen perdiendo partidos clave contra equipos como Norwich o Wolves, van a terminar cediendo el trono y eso sólo podría significar que los Red romperían la maldicióon de nunca haber podido levantar una Premier League en su nuevo formato.
Puede que el City no pueda alcanzar esta vez al Liverpool. Si lo hace esto será un golpe durísimo para la institución de Anfield y sin duda estarían perdiendo su más grande chance en años de levantar el tan ansiado trofeo.