Los Bills siguiendo los pasos de los Bears y los Jaguars.

Por: Federico Compañ.

El pasado 8 de julio los Patriots hicieron oficial la contratación de Cam Newton, que semanas antes se había reportado en los diversos medios de comunicación. Desde que me enteré del movimiento, los Pats remplazaron a los Bills como el equipo favorito para ganar la AFC East.

De hecho, estoy tan confiado en que el movimiento va a funcionar que hice un vídeo en YouTube sobre cómo puede funcionar Cam en los Pats.

Hay cosas que nunca cambian, los Pats ganando su división parece una de ellas, es una pena, pues por fin se veía luz al final del túnel para los Bills, antes de que Cam tomara vuelo a Foxborough, ellos eran los favoritos. Al escribir estas líneas, quería poner los amplios favoritos, pero la verdad para mí, nunca fueron verdaderamente los seguros para ganar la división, y por qué es esto, simple por su quarterback Josh Allen.

 

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Talento

Si nos enfocamos en talento, los Bills son el equipo más talentoso en esa división y tienen al segundo mejor cuerpo de entrenadores (obvio después del staff de Belichick, que es el mejor en TODA la liga). El trabajo de Sean McDermott y Brian Daboll no debe ser subestimado, el primero ha construido una de las mejores y más disciplinadas defensivas de la liga (presentaron ciertos problemas a mitad de temporada en el juego terrestre, pero en general fue una unidad bastante sólida) y ha llevado en dos ocasiones en tres años en el puesto a los playoffs a un equipo que no había ido desde el siglo pasado.

Daboll por su parte ha tenido un trabajo complicado, pero ha ideado una ofensiva, que con las armas disponibles ha sido lo bastante competente para ayudar llegar a los playoffs al equipo. Un ejemplo claro es el partido contra los Pats el diciembre pasado, donde ideó un plan de juego para atacar las reglas específicas en cobertura hombre a hombre (que es lo que más utilizan) que tiene la defensiva de New England (conocido como “divider leverage” y “position maintenance”). Se que los Bills perdieron el partido, pero si lo estudias, te darás cuenta de que Daboll fue brillante en ese encuentro.

Si tienen una defensiva competente, un buen cuerpo de entrenadores, y en general un equipo talentoso que es lo que detiene a los Bills que sean considerados junto con los Chiefs y Ravens como la crema y nata de la conferencia americana. Exacto la posición más importante, la de quarterback, mientras que aquellos equipos cuentan con jóvenes promesas como lo son Patrick Mahomes y Lamar Jackson, los Bills cuentan con Josh Allen, que, si bien entra en la categoría de joven, no estoy seguro de que entre en la categoría de promesa.

Quizás esté siendo muy negativo, o quizás solo estoy viendo al pasado a los Jaguars y Bears que estaban en situaciones similares. Teniendo una gran defensiva, y con su quarterback mostrando “progreso” ambos equipos estaban ganando los Jaguars en 2017 (10-6), y los Bears en 2018 (12-4), ambos equipos tenían la excusa perfecta por no haber ganado el Super Bowl en el respectivo año. Los Jaguars habían sido perjudicados por los árbitros. Los Bears por culpa de su pateador. El quarterback no era el principal problema para ninguno, claro no eran élite, pero con una temporada baja de trabajo, iban a estar listos para llevar al equipo al siguiente nivel, hasta que no lo hicieron. Algo similar puede pasar con los Bills.

Los Jaguars le dieron el voto de confianza al sobre pagar a Bortles en esa temporada baja, situación que marcó el principio de un colapso masivo que se vendría en  Jacksonville en los siguientes dos años. Los Bears no le llevaron una verdadera competencia a Trubisky. Lo siguiente que sabemos es que ninguno de los equipos cumple con las expectativas esperadas, ambos parecen tomar la decisión un año tarde respecto a la posición de quarterback, y ambos traen consigo a Nick Foles para suplantar a su quarterback (en el caso de Jacksonville sobre pagaron por él).

Lo que se logra es que se desperdicien años de una talentosa defensiva, y su ventana de Super Bowl vaya desvaneciendo poco a poco. En el caso de Jacksonville le cuesta la cabeza a Tom Coughlin (sorprendentemente solo a él) y si los Bears no levantan esta temporada (si es que hay temporada) le puede costar la cabeza a Ryan Pace.

Me temo que esto le pueda suceder de la misma manera a los Bills, y un gran equipo como el que tiene Buffalo, se quede solo en promesa como en Jacksonville y Chicago. Pero realmente Josh Allen es así de malo, en verdad la historia se tiene que repetir, no hay nada en su juego que muestre promesa. Para resolver estas dudas, y para hacer un análisis justo sobre Allen, estudie todos sus partidos del 2019, desde el ángulo All-22, así como apoyarme de las estadísticas de Sports Info Solutions, para poder ver que es lo qué me gusta y no me gusta de su juego, y las conclusiones son las siguientes:

Fortalezas:

Empecemos por los aspectos positivos de su juego. Allen cuenta con todas las herramientas físicas que se buscan en un quarterback, tiene la estatura y corpulencia requerida. Lo que más enamoro en el proceso del draft de hace dos años a scouts y analistas fue el misil que tiene por brazo, que les hizo olvidar su notoria imprecisión o su falta de producción en college (el único logro significativo de Allen fue compartir el título división “Mountain” de la conferencia Mountain West, que les garantizo hospedar el juego de conferencia, que perdieron contra San Diego State en 2016).

Como se mencionó en el párrafo precedente el cañón que Allen tiene por brazo es su principal fortaleza, logrando lanzar pases de 40+ yardas sin hacer esfuerzo alguno, atributo que le ayudó a tener un rating de 99 en potencia de lanzamiento en el nuevo Madden. Su habilidad para correr le ayuda bastante a poder extender las jugadas, así mismo ha mostrado progreso durante su temporada de novato y en su segundo año de mantener sus ojos en campo abierto, mientras comienza a correr, para poder verificar si es que se puede encontrar abierto algún receptor.

El siguiente punto es algo controversial, pues si es un aspecto positivo en su juego, pero no lo ha mostrado consistentemente en “film”, como para que la gente pueda decir que en verdad existe un verdadero progreso. Para ser más específico me refiero al juego contra Baltimore en diciembre de la temporada pasada, en ese encuentro demostró un progreso en leer a la defensiva de Baltimore y entender las asignaciones que tenía los jugadores en la unidad, lo que hizo que tuviera decisiones acertadas durante el encuentro.

Playbook

Una jugada en concreto es cuando los Bills corren un “mesh dig concept” en una formación 3×1, y los Ravens se encuentran en Cover 1, con Thomas como el safety profundo, que en lugar de estar en la parte en medio y profunda del campo, está del lado débil de la formación, pues sabe que de ese lado se encuentran las lecturas de Allen. Las lecturas son la “drag route” por parte del #3 (que forma parte del concepto “mesh”), y la “dig route” por parte del #2 (siendo honesto no se cual es la primera lectura de las dos rutas, pero yo puse como primera la “drag route” del #3).

En la jugada Allen corre hacia el lado débil de la formación sin importar que la bolsa no ha colapsado, esto con el propósito de mover a Thomas de lugar y hacer que defienda la “drag route” y baje lo suficiente, para que se abra la “dig route” por parte del #2 detrás de él. (Ver un gráfico de la jugada hecha a mano aquí.).

La jugada descrita en el párrafo precedente, aunque bien muestra la grandeza de Thomas que conoce la jugada de los Bills y sabe dónde se encuentra la debilidad de la cobertura en su defensiva, también muestra que Allen entendía lo que Thomas estaba tratando de hacer y supo cómo manipular a un futuro salón de la fama. Me parece algo bastante irónico que Allen haya mostrado su mejor progreso en este aspecto en contra de una de las mejores defensivas de la temporada, que se caracterizó, por ocultar y diseñar bastante bien sus blitzes, situación que confundió a más de un quarterback.

 

Allen ha mejorado mucho desde su temporada de novato hasta la fecha en saber lanzar el ovoide con anticipación (dentro de sus estándares) en especial cuando la defensiva se encuentra en algún tipo de zona. Lanzando el balón cuando las ventanas se están empezando abrir, en lugar de lanzar cuando ya se abrieron las ventanas y los defensivos tienen más oportunidad de reaccionar y cerrar el pase. Si sigue desarrollando su anticipación en los pases y le sumas la potencia del brazo, Allen se puede convertir en un verdadero problema.

La última fortaleza que mencionare, no es del juego de Allen pero sí forma parte de una situación que él no tenía la culpa y le ha perjudicado en su producción en sus dos primeros años, y eso es la falta de un verdadero receptor #1, que contará con características ideales como tamaño, fortaleza, peso, velocidad, y que pudiera librarse cobertura “press” o “jams” por parte de los defensivos (por lo que la adhesión de Diggs debe ayudar mucho). Allen tuvo que trabajar el año pasado con receptores bastante pequeños y un tight end novato que fue demasiado inconsistente.

Debilidades:

El principal problema y por MUCHO de Allen es quizás el que todos conocemos que es su falta de precisión y posicionamiento del balón, y esto opaca su principal fortaleza porque de nada te sirve tener una potencia increíble en tu brazo, si los pases nunca son completados, porque nunca son enviados al lugar correcto. La falta de precisión si es preocupante y más en los pases profundos.

 

Utilizando las estadísticas avanzadas que nos brinda Sports Info Solutions, podemos ver que Allen en el 2019 intento 461 pases, de aquellos, solo el 63.6% fueron considerados precisos (on target en inglés) lo suficientemente bueno para quedar en último lugar en dicha categoría de todos los pasadores que en 2019 intentaron por lo menos 250 pases. De esos mismos 461 pases solo el 70.5% se consideraron atrapables, lo que hizo que Allen quedará en penúltimo lugar en esta categoría, sólo por encima de Jameis Winston (70%) de todos los pasadores que en 2019 intentaron por lo menos 250 pases.

Algunos de los pases de Allen son bastante erráticos e imprecisos que debes ver la jugada varias veces para justificar el cómo lanzo o el por qué lo lanzo, ya que no es común ver ese tipo de imprecisión en un quarterback de la NFL.

 

Los problemas de precisión de Allen se deben en parte a malas mecánicas. Separa las manos del balón y abre sus hombros demasiado rápido, lo que ocasiona que no pueda transferir poder desde sus caderas, por lo que termina lanzando solo con la fuerza de su cuerpo superior y eso hace que pierda control sobre el pase. Ha mostrado mejoría con el paso del tiempo, pero de vez en cuando se pone BASTANTE feo.

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Regresando al punto de la sección anterior donde hablo sobre su mejoría al entender y leer correctamente a las defensivas, que digo que no hay bastante consistencia en el aspecto, es verdad eso. Viendo el “film” de Allen no estoy 100% seguro que entiende el posicionamiento tanto de sus receptores como el de los defensivos, lo que hace la vida difícil a sus receptores, lanzando pases bastante complicados de atrapar.

Esto también va de la mano con sus intercepciones, que, si bien no lanza mucho, la mayoría son producto de no entender el posicionamiento que tiene el defensivo sobre su receptor lo que ocasiona que forcé el pase o también vienen de leer la cobertura incorrectamente. Los “fumbles” son el verdadero problema de Allen que, a diferencia de las intercepciones, si comete con bastante frecuencia en 2019 cometió 11 “fumbles”, de los cuales solamente perdió 4, pero, de todas formas, eso lo veo más como suerte.

Todo lo que vi de Allen que me gusto en el juego contra Baltimore sobre su buena toma de decisiones, no lo vi en el partido de playoff contra Houston, donde el encuentro parecía una competencia entre él y Bill O’Brien para ver quién tenía más ganas de perderlo. En verdad es bastante preocupante cuando tu quarterback lanza una “go route” a un fullback que está entre dos defensivos con el partido en la línea, y que esa NO haya sido tu peor decisión de la noche, deja sin poder dormir a algunos.

Conclusión:

Josh Allen cuenta con muchos atributos que a cualquier analista o scout de football le pueden gustar, pero lo que más afecta es que su principal debilidad hace que no pueda explotar al 100% su máxima fortaleza. El problema de la imprecisión es bastante preocupante, y si no lo logra mejorar no creo que de el siguiente paso en su desarrollo. Mike Leach una de las mejores mentes ofensivas en el deporte dice que es imposible enseñarle precisión a alguien, simplemente la tienes o no.

Los Bills tienen a un gran cuerpo de entrenadores y un excelente equipo. Pero se ha demostrado a lo largo de la historia, que si lo que quieres es tener una ventana de Super Bowl amplia y competir año tras año. Necesitas un quarterback competente, no creo que Allen se convierta en uno de ellos. Quizás se piense que es demasiado pronto para sacar esa conclusión de Allen, pero la gente decía lo mismo de Bortles y Trubisky. Si Allen no muestra significante mejoría en dichas áreas los Bills deberían estar buscando un quarterback el próximo año. De no hacerlo y esperar un año más correrían la misma suerte que Jacksonville y Chicago, y veríamos a Nick Foles en el estado de Nueva York.

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(Foto de buffalobills.com)