El Real Madrid lo tiene decidido. Pagará este verano los 32 millones de euros que cuesta que Álvaro Morata regrese al Santiago Bernabéu, cantidad fijada cuando el canterano hizo las maletas rumbo a la Juventus en verano de 2014. Y que ahora será suficiente para regresar, dos años después, al club en el que se formó como futbolista.
La intención en la entidad de Chamartín pasa, en estos momentos, por hacer negocio con uno de los delanteros con más futuro y margen de progresión del Viejo Continente. Su excepcional actuación en la Champions 14-15 -el propio Madrid quedó eliminado en semifinales con dos goles suyos- le colocó en primer plano mediático… en el que todavía se mantiene.
Pretendientes, por ello, no le faltan al punta, con sólo 23 años, para que los blancos obtengan beneficio, si así lo deciden finalmente, con su posterior venta. Manchester United y Liverpool aparecen como los dos clubes con más posibilidades de hacerse con el futbolista.
El primero, en el que podría recalar en el banquillo un José Mourinho al que siempre le gustaron las características de Morata, sería uno de los candidatos más fuertes para llevarse a un futbolista que sabe que sus condiciones -velocidad, potencia y remate- encajan mejor en un campeonato ofensivo como la Premier que en la siempre dura Serie A, donde lleva dos temporadas defendiendo los colores de la poderosa Juventus.
El precio que podrían sacar, entienden en el Madrid, por Morata es de unos 50 millones de euros. O, lo que es lo mismo, 18 más de los que debe abonar cuando se abra el mercado de fichajes en el mes de junio.
Una operación redonda para la que es fundamental que Morata mantenga la buena racha de sus últimos partidos -ha marcado sendos dobletes a Inter, en la Copa italiana, y Chievo Verona, en Liga, en los últimos dos encuentros- y que firme una buena actuación en la Eurocopa, donde todo indica que será uno de los delanteros imprescindibles de La Roja.
Este es el plan de viaje a día de hoy, aunque no está descartado, en todo caso, que se quede en el Real Madrid. Ahora, eso sí, esta es la opción menos probable por la presencia de Bale, Benzema y Cristiano, la recuperación de Jesé con la llegada de Zidane y los posibles candidatos, el polaco del Bayern Lewandowski el primero, que se están manejando para reforzar el equipo en la parcela atacante.
La presencia de Zizou, en todo caso, no sería positiva para esa posible continuidad de Morata con la elástica blanca. El francés, cuando ejercía de segundo de Ancelotti, siempre tuvo más debilidad por Jesé -al que ha dado minutos en sus cuatro primeros partidos- que por el actual punta de la Juventus.
Algo que, lógicamente, sería determinante tanto para que el club le busque una salida como para que el propio futbolista prefiera buscar otro destino a intentar triunfar en la que fue su casa. La explosión del argentino Dybala y el buen curso goleador de Mandzukic le han mandado en varios encuentros al banquillo, algo que quiere evitar de cara al próximo curso. Su objetivo, lógicamente, pasa por militar en un equipo que le tenga como ‘9’ titular.
La decisión de recomprar al delantero llega apenas dos meses después de que Morata renovara su contrato con la Juventus hasta 2020. Aquello fue una demostración de confianza por el buen rendimiento demostrado desde que llegó al club de Turín, tanto por su entrega en el césped como por los goles, algunos decisivos, que han llevado su rúbrica. En la ampliación de su vínculo no se incluía modificación en la cláusula de recompra que ahora ejercerá el Madrid para contar con uno de los delanteros más cotizados. De momento, ya tiene el billete de vuelta para jugar en un equipo que sabe que Álvaro Morata es una apuesta segura. Una garantía de gol, si se queda de blanco, o una garantía de sacar una plusvalía, si finalmente se va a la Premier.
Nota de Marca.com
GIPHY App Key not set. Please check settings