Hablar de Cristiano Ronaldo

No sé muy bien de qué hablamos cuando hablamos de Cristiano Ronaldo. La figura del portugués tiene tantas aristas que terminan por hacer de los análisis sobre su juego algo abstracto. La evaluación siempre termina por ser una comparación ante algo – con Messi, por ejemplo – y terminamos siendo tan odiosos con él, como él lo es ante la percepción de muchos. Y cuando no se le compara con otro jugador – con Messi, por ejemplo – se encuentra cualquier otra cosa para no hablar sobre él, o sí, sobre él, pero sin saber muy bien de qué se está hablando, o por qué.

En un partido contra el Deportivo la Coruña hace algunas semanas, Cristiano anotó un gol de cabeza que le dejó como recompensa no el reconocimiento por haber anotado, sino un golpe en la cara y una crítica por la preocupación que mostró sobre el estado de su rostro mientras salía del campo. ¿Por qué diablos se atrevía a pedir un celular y revisar cómo había quedado su cara después del golpe? Me imagino que la mayoría que levantó la voz ante ese atrevimiento andan por la calle sin mostrar ningún interés sobre su imagen y desestiman cualquier repercusión que tenga una herida en sus rostros.

A sus 33 años, Cristiano ha estado al borde del retiro en varias ocasiones, o al menos eso han señalado los que saben. Sin embargo, a todas las posibilidades de retiro siempre les siguen los renacimientos. Está tan acabado que lo único que puede hacer es seguir despuntando en los momentos clave, en los cuales, curiosamente, los que saben aseguran que tampoco aparece. Insisto, es extraño hablar de Cristiano Ronaldo.

En esta temporada se agudizó el tema de su estado de forma.Su escasa cuota goleadora durante el primer semestre de la temporada fue un motivo por el cual el Real Madrid se despidió de la Liga en diciembre. Aseguraban que había llegado el fin y que lo más sensato era buscar un remplazo, alguien que sí explotara los millones que el portugués exigía en su renovación. Porque en estos tiempos en los que no se puede hablar de futbol sin hablar de dinero, ni su presente ni su futuro representaban una buena inversión. Y luego dicen, los que saben, que el dinero está acabando con el futbol.

A pesar de que todo pintaba para que esta fuera la temporada en la que se despidiera de la élite, a mediados de marzo lleva 37 goles anotados en todas las competiciones, en los últimos 10 partidos, anotó 17 y es el goleador de la Champions con 12. ¿Pero cómo calificar estas estadísticas?, ¿es justo decir que revivió cuando promedia 51 goles en las últimas cuatro temporadas?

Cristiano Ronaldo es un jugador que puede caer mal, sus desplantes dentro del terreno de juego y sus declaraciones no lo ayudan. Tampoco su imagen de narcisista y sus peinados. A mí me cae mal, ¿pero está eso por encima de su juego? ¿De qué hablamos cuando hablamos de Cristiano Ronaldo? No lo sé, pero no se me quita la impresión de que mientras más hablamos de él, menos sabemos de lo que hablamos.