Kepa Arrizabalaga está más cerca que nunca de ser futbolista del Real Madrid la próxima temporada. En el club blanco la decisión está tomada: el portero del Athletic, a día de hoy, es el único candidato para reforzar la portería. La situación cada vez es más propicia para que el camino del jugador y el del Madrid se junten. En los últimos días han aparecido informaciones que aseguraban que las posturas entre Kepa y el Athletic estaban muy cerca, pero el entorno del jugador lo niega tajantemente. Las negociaciones continúan totalmente atascadas y es muy improbable que se llegue a un acuerdo.
De hecho, el entorno de Kepa está bastante molesto. Creen que han existido filtraciones interesadas del Athletic para dejar la pelota en el tejado del jugador, pero en ningún momento ha existido un acercamiento entre las partes. El portero termina su contrato el 30 de junio de 2018 y a partir del próximo 1 de enero será libre para negociar con cualquier club. Será entonces cuando el Madrid mueva ficha de manera definitiva e intente cerrar el acuerdo para que la próxima temporada sea jugador blanco. En las oficinas blancas tienen total confianza en que Kepa Arrizabalaga jugará en el Bernabéu.
El Madrid maneja desde hace tiempo informes excelentes del jugador, que vivió un día clave el pasado 27 de junio. Ese día disputó con España Sub-21 las semifinales del Europeo contra Italia. Enfrente estaba Donnarumma, que también había estado en las quinielas blancas. El rendimiento de ambos ese día (España ganó 3-1) despejó las pocas dudas que en ese momento quedaban en la zona noble madridista: Kepa era el elegido.
Eso sí, no hay prisa por acelerar la situación. En el Madrid no se plantean su incorporación antes del próximo mercado de verano y tampoco el futbolista lo contempla por ahora. Esa opción implicaría una salida hostil en el próximo mercado de invierno, en un momento delicado del Athletic. El equipo madridista tendría que romper su política de no pagar cláusulas de rescisión y el futbolista tendría que salir por la puerta de atrás del club que le ha formado. Por tanto, ninguna de las dos partes son partidarias de esa opción y hasta el momento ni siquiera ha estado encima de la mesa. El culebrón amenaza con ser largo…
