Los adjetivos para alabar a Lionel Messi son un lugar común. Su capacidad para seguir asombrando es interminable. En el debut del Barcelona en la Champions, en el partido frente a la Juventus, el argentino decidió cuando era hora de mandar a dormir a los italianos.
Messi, durante el encuentro, se movió por todo el terreno de juego, se asoció con sus compañeros, volvió locos a sus rivales y anotó dos goles que quedarán, como muchos otros, para la historia.
Además del triunfo, Messi logró establecer una cifra récord: en 58 partidos que ha disputado en la fase de grupos de la Champions ha anotado 58 goles.
Después de un verano complicado para el club después de la salida de Neymar, los fallidos fichajes y la derrota en la Supercopa de España contra el Real Madrid, todos aseguraban que era el fin de una era – otra vez – , y de la nada salió Messi – otra vez – para demostrarnos que es eterno.
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