Chivas TV, los derechos de transmisión y la descentralización del poder

La semana pasada, sorpresivamente, Chivas anunció que no renovaba contrato con Televisa por sus derechos de transmisión, Jorge Vergara aseguró que los aficionados no se quedarían sin ver a su equipo y que las formas serían innovadoras y espectaculares. Esta decisión se apega a los cambios tecnológicos que vivimos hoy en día, donde la influencia de la televisión pierde terreno mientras que los contenidos transmitidos vía Internet toman fuerza y enganchan a las nuevas generaciones a nuevas plataformas.

Hasta ahora, lo que se especula es que los juegos serán transmitidos a través de una app en la cual se venderán paquetes para que los aficionados puedan ver a las Chivas durante el torneo. Sin duda, esta decisión se percibe tan interesante como complicada, ya que no se sabe si tienen la capacidad para echar a andar este ambicioso proyecto en dos meses. No se puede improvisar de la misma manera en este caso como lo hicieron con directivos, entrenadores y jugadores durante años.

También llama la atención que este modelo que se planea no tiene precedentes, en Europa hay muchos equipos que tienen sus propios canales de televisión, pero no han renunciado a transmitir sus juegos en televisión abierta o de paga. Espero que esta decisión esté sustentada en un proyecto factible, que se hayan medido los riesgos, que sepan cuál es el porcentaje de personas que no tienen acceso a Internet en México – más del 45% – .

Vergara ha lanzado una moneda al aire, veamos si resulta ganador en el volado.

Derechos de transmisión en México

Chivas no es el primer equipo que se revela contra las televisoras que durante décadas han dominado el tema de derechos de transmisiones en el futbol mexicano, ya lo hicieron León, Leones Negros, Pachuca y Dorados, quienes decidieron vender sus derechos a canales de televisión de paga, seguramente con mejores ventajas en los contratos.

Durante años existió un pacto entre Televisa y TV Ázteca para obtener los derechos de los equipos que ascendían a primera división: cada dos años, una televisora recibía a un equipo. Este pacto se respetaba a tal grado que cuando ascendió por penúltima vez el Necaxa, en el 2010, siendo propiedad de Televisa, Tv Ázteca transmitió sus partidos durante todo ese año porque le correspondía conforme a lo pactado.

Estoy convencido que debido a las circunstancias, la decisión de los cuatro equipos antes mencionados fue la correcta, pero siempre he creído que en México se debería cambiar el formato con el que se busca transmitir los juegos de futbol. El día de ayer se dio a conocer cuánto ganarían los equipos de la Premier League por derechos de transmisión el próximo año. A continuación la tabla.

En primer lugar se encuentra el Arsenal con 132 millones de euros – por cierto, es el primer equipo inglés en rebasar los 100 millones por derechos de tv – , equipo que consiguió el segundo lugar en la tabla, pero debido a que se no se transmiten todos los juegos de los 20 participantes, existe una diferencia por las veces en las que se emiten por televisión.

En Inglaterra, los derechos los vende la liga en una cantidad multimillonaria, la más cara del mundo en este aspecto y divide el dinero tomando en cuenta la posición en la tabla de cada uno de los equipos. La forma más justa de hacerlo, generando competitividad durante el torneo, porque ya no sólo se juega un puesto, sino el dinero con el que se sustenta el proyecto deportivo de cada uno de los participantes.

Sé que suena utópico, pero con esta descentralización del poder en la Federación, que ya no sólo recae en las televisoras, ¿por qué no buscar una nueva metodología para llevar a cabo esta acción que tan benéfica puede ser para las diferentes televisoras, de tv abierta y de paga como para los equipos, que tendrían los posibilidad de aspirar a algo más que no sea un puesto entre los primeros ocho para recibir las migajas que sobran de los encuentros de la liguilla.

Si realmente están dispuestos a cambios que modernicen el futbol mexicano y hagan progresar el espectáculo, ¿por qué no atreverse a algo parecido?