Por:@andressramonn
Hablar de fútbol es hablar de equipos grandes. Entre ellos destacan los argentinos Boca y River. Cuando estos juegan todo mundo quiere ir a verlos y siendo una final de libertadores incrementa el interés por estar presente en el partido
No fue fácil llegar a estar sentado en mi butaca. El primer obstáculo fue conseguir una entrada y luego su costo que variaba desde los 10 mil pesos hasta los 90 mil. Ya que tuve la entrada, el día sábado llegué temprano al barrio de la Boca, donde solo terminé empapado y viendo una pelota que no rodaba. Tras muchas especulaciones se confirmó que el partido se cambiaba para el día siguiente.
Eran las 12:30 cuando llegaba el primer control de varios, después empecé a vivir un ambiente especial, donde hubo cánticos, apareció alguien disfrazado del fantasma de la B y acompañé este ambiente pre-partido con un tradicional chori y una torta de bondiola.
Después de 3 filtros de seguridad, por fin llegué a mi butaca a uno de los eventos que jamás voy a olvidar en mi vida. Con los cánticos típicos de boca, así también como los que cantan en contra de River fue como me fui ambientando, estos no pararon hasta que salió el ultimo jugador de la cancha. El chflido ensordecedor a Armani y la ovación a Rossi no faltaron dentro de la cancha en su calentamiento.
La entrada de los jugadores fue una cosa fuera de serie, una pasión, ruido y una bombonera que literalmente palpitaba. Esto parecía una fiesta, con bombas de colores, canticos a todo pulmón, fuegos artificiales y un mural de aplaudidores de azul y amarillo. ¡La piel se me puso chinita en este momento, no había visto una entrada a un estadio tan impresionante!
En la primera parte todo indicaba que los de Gallardo iban a tomar la delantera, pero fue al minuto 34’ que Abila, tras un mal rechazo de Armani haría el primero. Todavía seguían festejando los locales, cuando Martínez filtraba una pelota desde la media cancha para Pratto quien igualaba el marcador. En minutos de compensación de la primera parte Boca tomaría la delantera, tras un centro de villa desde prácticamente media cancha, que cabeceó Benedetto.
Para la segunda parte ambas partes tuvieron jugadas claves, pero solamente River pudo concretar una jugada a balón parado que con un desvío del defensa del equipo local, Izquierdoz, dejaría el marcador con un empate a dos. Al finalizar el partido la hinchada cantaba: a river le vamos a ganar y la vuelta vamos a dar.
El partido estuvo cerrado como se esperaba, ahora toca que en la vuelta el dia 24 de noviembre se decida quién es el campeón. Pero sin duda alguna esta es de las mejores experiencias que alguien que es fanático del fútbol puede vivir. Por último si tuviera un último deseo sería volver a vivir esta final. Porque es indescriptible la pasión, vibra y el sentimiento que se produce al estar en el estadio. Porque después de ver un boca vs river nada vuelve a ser igual