Por: @andressramonn
Las costumbres, el tipo de gente y la personalidad de un país, puede reflejarse en diferentes formas. Las formas arquitectónicas son una de ellas y el deporte, en especial el fútbol, nos brinda estadios para conocer más a un país. Es así como el Maracanã, abriendo sus puertas para hacer visitas, nos hace ver la calidez, alegría y lo colorido que son los brasileiros.
En la visita el aficionado entra a una sala donde podrá encontrar diferentes exposiciones que cuentan la historia del inmueble, que fue nombrado oficialmente en honor el periodista Mário Filho. Aunque los cariocas lo apodan Maracaná por el barrio, río que pasa cerca, por el instrumento o/y el ave que también lleva el mismo nombre.
La primera sala se conforma de acontecimientos deportivos desde el mundial de 1950 hasta la última copa mundial que se vivió en Brasil. Además de contar con la exposición del gol 1,000 del más grande de la historia en el balompié para muchos Edson Arantes do Nascimento, mejor conocido como Pelé.
Las exposiciones también cuentan eventos históricos como la llegada de Juan Pablo II, la reina Isabel, así también evento con mayor audiencia que fue el concierto de la banda kiss con 250,000 personas.
Antes de llegar a los vestidores podemos encontrar en la pared una colección de camisetas utilizadas por los mismos jugadores en diferentes épocas con la selección carioca. En el mismo lugar se podrán observar placas con las huellas de los jugadores que han marcado historia el fútbol brasileño como Didi, primer jugador en anotar gol en el estadio, Dunga, Ronaldo entre otros.
El vestuario que se llega conocer es el B, los baños e instalaciones son neutrales y en el área de vestidor es decorado con las camisas de los 20 equipos de campeonato brasileño. Esta área está conectada con la sala de calentamiento misma que conecta con el vestuario A. Para la final del mundial fue la selección ganadora Alemania, quien calentó en esta facilidad.
Antes de finalizar el recorrido el cual termina en una de las múltiples salas de rueda de prensa. Se llega a la altura del campo, el punto más importante, donde se puede ver lo colorido y la majestuosidad del Maracaná. Con sus colores como el blanco celeste y amarillo representando a la bandera del país, los colores hacen que en un día nublado siga siendo un deleite visual el presenciar el diseño del inmueble. El visitante puede sentarse en las gradas y banca. Además de tener una única oportunidad tocar un poco de césped que ponen en el túnel de entrada al campo
La información que da el guía es muy completa aunque la mayoría de los espacios cuentan con QR codes, que permiten tener información complementaria a la visita.
Para poder realizar la visita guiada, se tiene que llegar a la puerta 2 del estadio y pagar una entrada de 60 reales. El horario de atención es de las 9 a las 16h y cada hora empieza un tour nuevo.