El jueves 14 de junio se hará realidad la promesa que le hizo hace ocho años Vladimir Putin a los ciudadanos de su país: realizar un Mundial.
Pero quizá el mandatario no sabía que el espíritu mundialista va más allá de recibir a las mejores selecciones del mundo, sino que nace de las tradiciones y costumbres de un pueblo aficionado al futbol.
Diego González, periodista argentino, creador de la serie Fiebre del Mundial, se encuentra desde hace un tiempo en Rusia y a raíz de su crónica: Un Mundial Político publicada en la revista Gatopardo, lo contactamos para que nos contara cómo está el ambiente en vísperas del inicio de la competencia.
¿Se respira un ambiente mundialista en las calles?
El espíritu futbolístico, la efervescencia que alguno podría llegar a pensar con ojos latinoamericanos, todavía no se siente. En el corazón de la ciudad. en el centro, hay algunos lugares en donde empieza a haber decorado y presencia de la liturgia mundialista, venden souvenirs cada vez más, pero insisto, no se percibe la euforia que nosotros podríamos llegar a pensar.
Tuvimos la oportunidad de leer tu crónica para la última edición de Gatopardo titulada: Un Mundial Político. ¿Qué tan evidente es que para los funcionarios rusos sea más importante brindar una imagen política de Rusia como país que el aspecto deportivo?
Diría que plena, pero no diría tampoco que es una característica de los rusos, yo lo que intento plantear en esa crónica es el caso ruso porque es el objeto de estudio que tenemos más a la mano y que estamos trabajando hoy, porque el mundial es en Rusia. Pero me atrevo a decir que el mundial como idea, como concepto, como evento, es el más importante de nuestra sociedad contemporánea. No es algo exclusivamente deportivo, sino sociopolítico y en definitiva un país organiza un mundial con fines políticos. Lo que intento plantear es que no solo son las variables económicas las que explican la razón por las que un país organiza un mundial, sino que es otra dimensión, es una cuestión de imagen y una cuestión de apuesta. Insisto, geopolítica de otro tipo.
Bueno de hecho hace cuatro años Brasil organizó el mundial en medio de una crisis social y política muy seria. A escasos meses de que Vladimir Putin haya ganado una vez más las elecciones, ¿cómo está el ambiente social y político en Rusia? ¿que diferencias hay con Brasil?
Creo que no puede haber un escenario más diferente. Recordemos lo que fue la Copa Confederaciones en Brasil, ahí empezó a fallar la estabilidad por una serie de movilizaciones y demandas cruzadas contra el gobierno de Dilma Rousseff. Después se manifestaron, aunque con calma, durante la copa del Mundo. Sin embargo, Dilma Rousseff pudo superar incluso el siete a uno contra Alemania y por un margen muy pequeño logró la reelección en octubre, cuando el mundial había terminado en julio, aunque ya sabemos cómo terminó la historia. En el caso ruso la situación es bien distinta, Vladimir Putin acaba de tener una contundente victoria rotunda con más del 76 por ciento de los votos y un 70 por ciento de participación. En el caso brasileño, el mundial era una apuesta que tenía que ver con la política interior porque efectivamente a los brasileños les importaba el mundial. En el caso ruso, la apuesta tiene que ver más con lo externo.
Has tenido la oportunidad de platicar con embajadores del mundial, ¿cómo los has percibido? ¿qué sensaciones te dejaron?
Son encantadores de diferentes formas. Como periodista, lo sabrás, entrevistar a un embajador, es complicado porque el embajador por definición es una persona que no tiene que responder nada, el que tiene que eludir las preguntas y que tiene que licuarlas lo máximo posible, pocas cosas son más aburridas que escuchar a un embajador. Lo mismo pasa con un embajador de un evento deportivo. Yo entrevisté a un cosmonauta que se fue al espacio tres veces y también entrevisté a un futbolista, defensor de un club que tiene ganas pero que últimamente no está teniendo demasiada fortuna, gente encantadora que habla bien de la FIFA, que habla bien de su ciudad sede y que también habla bien de Rusia.
¿Qué rol juega el fútbol como deporte en Rusia? ¿Qué tan importante es para los rusos?
El deporte colectivo principal es el hockey sobre hielo. De hecho una de las pocas manifestaciones de algarabía popular que vi acá en Rusia fue cuando vencieron a Alemania en los últimos Juegos Olímpicos de Invierno, que estuvieron marcados por un debate político: Rusia fue sancionada por denuncias de casos de dopping en los juegos olímpicos anteriores que se realizaron en Sochi, entonces el equipo ruso, no pudo presentar bandera propia, ni pudo cantar el himno y se presentaron con una sigla de deportistas independientes. Todas esas circunstancias envolvió a la final que ganaron épicamente a los alemanes mientras la ciudad estaba desierta y la gente estaba volcada en los bares.
Leí que estuviste en un juego entre la selección de Rusia y Argentina, ¿Qué sensaciones te dejó este partido en torno al ambiente y la forma de ver el futbol por parte de los aficionados rusos?
Me dio la sensación de que no eran unos… a ver, ¿cómo decirlo? Festejaban mucho jugadas que, al gusto de uno, eran muy menores. Cuando los jugadores rusos ligaban tres o cuatro pases a la mitad de la cancha o en la defensa, se escuchaba un grito eufórico: “Rusia, Rusia”. Y si un lateral eludía a uno o dos jugadores, estallaba la euforia. Y los miraba y me decía: “pero si no está pasando nada, el equipo ruso no tiene posibilidades de meter gol, eso no fue una jugada peligrosa”. Sin embargo lo vivían con muchísima euforia y muchísimo entusiasmo. Me senté a lado de una muchacha que estaba sola, que era la primera vez en su vida que iba a la cancha, que ante un evento importante compró un ticket y fue a la cancha por primera vez a ver un deporte exótico.
Podemos intuir que no se espera mucho de la selección rusa deportivamente hablando.
No, no se espera mucho de la selección rusa deportivamente hablando.
Este mundial podría ser la última oportunidad de Messi para levantar el título con Argentina, te tengo que preguntar, ¿cómo ves las posibilidades de la albiceleste?
Con corazoncito, el corazoncito está ahí. Messi dijo que no somos los candidatos, bueno, me pareció tal vez inteligente su declaración, perdimos tres finales seguidas, dos Copas Américas y la última Copa del Mundo, así que, ¿qué decirte?, que Argentina salga campeón del mundo…
Miguel Lapuente y Gerardo Villarreal
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