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Béisbol en México: ¿Hay futuro?

La LMB está por disputar su “Juego 7” con modificaciones  arriesgadas en busca de crear un negocio más rentable.

El pasado miércoles 9 de agosto terminó una temporada regular más de la Liga Mexicana de Beisbol y aunque a primera instancia esto no parece tan importante, la verdad es que también representa el fin de una era para este deporte en nuestro País.

Con los Playoffs de la Temporada 2017 por comenzar oficialmente hoy con el duelo de Comodín entre los Bravos de León y los Rojos del Águila Veracruz, la salida de Plinio Escalante, actual Presidente de la Liga, está cada vez más cerca y los cambios de Javier Salinas, su sucesor, ya se empiezan a sentir.

Sin duda, el movimiento más importante que sufrirá la LMB es el de “partir” su temporada de 112 juegos, durante seis meses, a dos torneos de 66 juegos cada uno que extenderán la actividad beisbolera en 16 plazas mexicanas de abril a noviembre.

Más allá de dar mi opinión sobre esta modificación, la cual ya se decidió que comience a partir del próximo año y que fue aprobada de manera unánime por los 16 dueños de los equipos, lo que quiero comentar en esta columna es la inminente evolución de la LMB para luchar por su “pedazo de pastel” en el mercado deportivo mexicano, dominado amplia y descaradamente por el futbol.

Antes de comenzar con la temporada 2017, la LMB pasaba por momentos muy turbios y frágiles. Por un lado, la polémica de los peloteros “pochos”, jugadores nacidos en Estados Unidos pero de herencia mexicana, entre los equipos “nuevos” y los de la “vieja escuela”, y por el otro, la posible desaparición de los Tigres de Quintana Roo, uno de los equipos más emblemáticos y con más historia de la Liga.

Como en cualquier negocio, el objetivo principal es generar utilidades y para algunos equipos esto simplemente no estaba sucediendo, así que el movimiento más lógico de la Liga era encontrar un balance para tener contentos tanto a los equipos jóvenes como a los veteranos.

Aunque la idea de dividir la temporada en dos ya tenía 9 años en el cajón, según declaraciones del mismo Salinas, fue hasta ahora que se tomó la decisión de adecuarse más al formato del futbol, con el que no sólo la afición está más acostumbrada, sino también los patrocinadores.

Precisamente esta es una de las razones por las cuales finalmente aceptaron el cambio, pues tienen la esperanza de que sea más atractivo y comercializable para las marcas y los medios de comunicación, especialmente por los dos Playoffs al año.

Es justo en esta etapa final del torneo cuando los conjuntos que logran pasar a la siguiente fase reciben mucha más atención de sus aficionados y cuando reciben mayores ingresos y asistencia a sus estadios, pero esto no significa que sea una fórmula 100 por ciento infalible, dependerá de cada organización el sacarle provecho al nuevo formato.

No hay duda de que la LMB ya aceptó el hecho de que deben “adaptarse o morir” y está haciendo todo lo posible por posicionar al beisbol entre las nuevas generaciones. Un buen ejemplo es su más reciente alianza estratégica con Cinépolis, específicamente con su servicio de streaming “KLIC”, donde se empezarán a transmitir los partidos más atractivos de la jornada por un costo de 20 pesos.

Lamentablemente la solución al problema no es tan sencilla. De acuerdo con datos de El Economista, cinco equipos afiliados a la LMB están ubicados en plazas que se caracterizan por concentrar el mayor número de población en condición de pobreza, así que puede ser que aún con todo y estos avances sus bolsillos seguirán estando vacíos.

Por otro lado, también se encuentra un factor muy importante que pocos han tomado en cuenta: los jugadores. A pesar de que Salinas ha declarado que ya habló con algunos de ellos (no especificó nombres ni equipos), y que están “contentos” con las ventajas que tendrán gracias a los dos torneos (estabilidad económica asegurada y menos mudanzas con familia), lo cierto es que muchos de ellos se verán afectados porque las fechas de noviembre se empalman con el inicio de la Liga Mexicana del Pacífico, donde un importante número de peloteros tienen participación año con año y donde generalmente reciben un mayor sueldo por menos tiempo de juego.

No ha faltado quien proponga la idea de fusionar las dos Ligas, conservando sólo los equipos con mejores planteles y mayor afición, y, aunque debo reconocer que es una idea muy atractiva, creo que por ahora está muy lejos de volverse realidad.

Así, la Liga y los equipos ya están jugando sus cartas para hacer más rentable un espectáculo que ha resultado muy difícil de comercializar y expandir, pero al final, los que tienen la última palabra son los aficionados, es la gente, somos nosotros los que podemos definir el futuro del beisbol en México.

¿Qué sucederá? ¿Lograremos rescatar y “despertar” del coma al que por muchos años fue el deporte líder en el País o lo “desconectaremos” y dejaremos descansar en paz de una vez por todas?

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Written by Kevin Charles

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