Tras 700 años de tradición, el Muay Thai sigue siendo deporte nacional Tailandia. Tanto es así que hasta unos 200.000 niños empiezan a combatir antes de los 10 años para ganar algo de dinero y contribuir, de esta forma, a la economía familiar.
1. Los niños más pobres de Tailandia.
Fuente: fightland.vice.com
La mayoría de los niños del Muay Thai son originarios de la región de Isaan, la más pobre de Tailandia, que se sustenta principalmente mediante la agricultura.
2. El beneplácito de los padres.
"use strict";
var adace_load_680a41db7150e = function(){
var viewport = $(window).width();
var tabletStart = 601;
var landscapeStart = 801;
var tabletEnd = 961;
var content = '%3Cdiv%20class%3D%22adace_adsense_680a41db714a4%22%3E%3Cscript%20async%20src%3D%22%2F%2Fpagead2.googlesyndication.com%2Fpagead%2Fjs%2Fadsbygoogle.js%22%3E%3C%2Fscript%3E%0A%09%09%3Cins%20class%3D%22adsbygoogle%22%0A%09%09style%3D%22display%3Ablock%3B%22%0A%09%09data-ad-client%3D%22ca-pub-8768501573153519%22%0A%09%09data-ad-slot%3D%225447148397%22%0A%09%09data-ad-format%3D%22auto%22%0A%09%09%3E%3C%2Fins%3E%0A%09%09%3Cscript%3E%28adsbygoogle%20%3D%20window.adsbygoogle%20%7C%7C%20%5B%5D%29.push%28%7B%7D%29%3B%3C%2Fscript%3E%3C%2Fdiv%3E';
var unpack = true;
if(viewport=tabletStart && viewport=landscapeStart && viewport=tabletStart && viewport=tabletEnd){
if ($wrapper.hasClass('.adace-hide-on-desktop')){
$wrapper.remove();
}
}
if(unpack) {
$self.replaceWith(decodeURIComponent(content));
}
}
if($wrapper.css('visibility') === 'visible' ) {
adace_load_680a41db7150e();
} else {
//fire when visible.
var refreshIntervalId = setInterval(function(){
if($wrapper.css('visibility') === 'visible' ) {
adace_load_680a41db7150e();
clearInterval(refreshIntervalId);
}
}, 999);
}
})(jQuery);
Fuente: entrenandoaikido.com
Como los niños suelen pelear para traer dinero, sus padres lo consienten y les ayudan, llevándolos al gimnasio y demás. La mayoría consideran que sus hijos no necesitan protección para pelear.
3. Ganancias modestas gracias a las apuestas.
Fuente: fightland.vice.com
La fuente de ingresos de estos niños depende de las apuestas que realizan los espectadores de los combates infantiles. Normalmente, tras el combate, se llevan a casa unos pocos dólares.
4. Niños desprotegidos.
Fuente: mirror.co.uk
A los promotores y apostadores no les importa demasiado el bienestar de estos niños. Pocos de ellos cuentan con un representante o un entrenador honesto y muchos lo dejan tras pelear solamente el primer año. Además, hasta que no cumplen 15 años, los niños no se pueden registrar oficialmente, por lo que no tienen acceso a beneficios sanitarios.
5. Inicios autodidactas.
Fuente: maryannochota.com
Cuando empiezan ni siquiera tienen supervisión. Aprenden técnicas ‘jugando’ con amigos que también pelean y observando a los adultos que combaten en peleas locales. Salen a correr porque han oído que eso es lo que hacen los peleadores.
6. Vida en el gimnasio.
Fuente: fightland.vice.com
Muchos niños que empiezan a ‘profesionalizarse’, se mudan a gimnasios con cierta consolidación en la región. Ahí residen durante las vacaciones escolares o incluso todo el año. Duermen en una hilera de camas en una casa anexa al gimnasio y, en el caso de los gimnasios más pequeños, duermen en el mismo ring.
7. Convertirse en peleador regular.
Fuente: dailymail.co.uk
Otros niños se mudan a gimnasios de ciudades más grandes, con el objetivo de conseguir pelear regularmente en un estadio. La competencia es inmensa y requiere que los chavales dediquen todo su tiempo y esfuerzo para conseguirlo, con lo cual, muchísimos adolescentes sucumben ante el agotamiento.
8. Objetivo Bangkok.
Los gimnasios de provincias invitan a cazatalentos de Bangkok para que observen y se lleven gratis a los más prometedores. Para ellos, es como fichar por un equipo de Primera. Pero los jóvenes dejan su vida atrás y se enfrentan, solos, a un mundo muy distinto, donde la competencia es brutal. Si no rinden en Bangkok, se ven relegados a obrar como peleadores de reemplazo o simples compañeros de entrenamiento de los mejores. Muchos no aguantan, vuelven a su pueblo y casi nunca tienen otra oportunidad en Bangkok.
9. Darlo todo por un sueño.
Fuente: news.com.au
Algunos consiguen llegar a la cima, se hacen famosos incluso en el extranjero y envían mucho dinero a sus familias. Pero para llegar hasta ahí (si es que llegan) antes pasan por peleas desiguales, mala representación, lesiones y malos tratos. Es el sueño del Muay Thai contra la dureza de sus raíces pobres.
10. Consentido por las autoridades.
Fuente: chiangraitimes.com
En Tailandia, La Ley del Boxeo de 1999 no establece una edad mínima para empezar a pelear. Los activistas pro derechos humanos aseguran que esto es así porque el propio gobierno tailandés saca provecho del dinero que se mueve en las apuestas.
11. Un doctor preocupado por los niños.
Fuente: entrenandoaikido.com
El Dr. Adisak, contrariamente a lo que aseguran las autoridades tailandesas, ha demostrado el peligro sanitario al que se exponen los niños del Muay Thai. Analizó a 50 de ellos y descubrió que en cada combate recibían, de media, 20 impactos en la cabeza, además de daños en la glándula pituitaria, responsable de hormonas que afectan a su desarrollo. El objetivo del Dr. Adisak es demostrar lesiones cerebrales con el fin de prohibir, de una vez por todas, los golpes en la cabeza en el Muay Thai infantil.
GIPHY App Key not set. Please check settings