Después de 6 años, dinero invertido en hosting, dominios etc. me pregunto ¿Por qué no me atrevo a apagar La Congeladora? ¿Qué es lo que tiene que no la dejo morir a pesar de no haberme generado un solo peso (todo lo contrario) en 6 años. Temporadas altas y bajas han pasado por este “blog”, dos mundiales de fútbol y muchos sueños de lo que pudo y podría llegar a ser este proyecto.
Si para algo ha servido ha sido para impulsar talento en el mundo del deporte en México y en Latinoamérica. Parte de la gente que ha trabajado en este blog ahora lo hace para empresas como ESPN, Fox Sports, TV Azteca, Diario Ole y Multimedios entre otros.
Como quien dice nos hemos convertido en un semillero de talento para profesionales del mundo del deporte. Yo personalmente me sigo dedicando (gracias a Dios) a cosas relacionadas con el deporte. Tal vez ese sea el principal factor por el que seguimos aquí. No lo se.
Ideas van, ideas vienen a veces las ponemos en un papel, otras veces en un twitt, pero ciertamente crear y ponerlas en un blog no es nada rentable, por lo menos no en el mundo del deporte. Estos últimos meses he intentado una nueva forma de levantar el proyecto. Y tuve la idea de voltear a ver a Venezuela donde he conocido muy buenas personas y excelentes profesionistas.
Algo que me molesta y me duele mucho es lo que está pasando en Venezuela con la gente, yo no soy quien para juzgar ideologías políticas o económicas. Pero la realidad es que en México, Centroamérica y Venezuela hay muchos amantes del deporte en necesidad extrema.
Por eso, primero mediante Steemit, después Scorum y ahora directamente en los blogs The Tokentimes y La Congeladora. He decidido apoyar a los periodistas deportivos y no deportivos que quieran escribir. Ha sido muy complicado para ellos a veces simplemente encontrar internet y a veces hasta electricidad. Pero creo que el talento no tiene fronteras y sobre todo la pasión por el deporte no conoce de regiones, religiones y mucho menos de opiniones políticas.
Por eso La Congeladora sigue prendida y enfriando, porque no se trata de cuánto dinero genera. Sino a cuantas personas estamos apoyando a cumplir sus sueños. Sueños que van desde convertirse en una figura del periodismo deportivo, hasta comprarse algo de comer o poder salir adelante.