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Nómadas de la pelota blanda: sueños inquebrantables

Por: Manolo Vargas

En algún momento de nuestras vidas hemos considerado que somos buenos en algo, algo que aunque no nos haga únicos o diferentes, nos genera la confianza de salir a demostrarle al mundo lo capaces que somos de realizar las cosas. El camino es duro, constantemente nuestros sueños se ven en amenaza con los frecuentes “esto no te dejará nada” y lo más válido para mantenernos es no desistir de nuestros deseos.

La breve introducción corresponde a la carrera del sofbolista argentino Manuel Ignacio Godoy, actual campeón de bateo en el mejor softbol del mundo, el International Softball Congress (ISC) donde fue subcampeón del mismo con el equipo Circle Tap, seleccionado nacional e integrante del Club Patronato.

Con la herencia de familia como peso, Manu puede recordar el patio de su casa donde pasaba junto a su hermano Gustavo bateando con una pelota de calceta, buscando con cada swing rebasar los cinco metros que tenía hacia la barda sin saber que una de las mayores felicidades que le dejaría el softbol se encontraría a tan sólo 10 cuadras de su casa, en el mítico Estadio Nafaldo Cargnel.

La carrera de Godoy podría definirse una mezcla entre lo dulce y lo amargo, un pelotero que en varias ocasiones aprovechó los turnos importantes en los que la vida lo puso y supo aprender de las fallas que tuvo para convertirse en el pelotero que es ahora.

La felicidad de Manu para su país sin temor a equivocarse, empezó en aquél mes de Marzo de 2013 en el Mundial de Softbol llevado a cabo en Nueva Zelanda, en la cual en el partido de eliminación contra USA y su lanzador estelar Antonio “Tony” Mancha fulminó con un Grand Slam las esperanzas norteamericanas en dicho torneo y así avanzar a la siguiente ronda.

Fue hasta a finales de Octubre de 2014 en su casa Paraná, Argentina en aquel Campeonato Panamericano de Softbol donde probablemente tuvo uno de su mejor momento con la selección argentina; podría describirse como el sueño dorado cuando nuevamente teniendo como némesis a USA y a Mancha en la loma de los disparos y con su compañero de selección y de equipo Bruno Motroni por primera base,  Manu conectó un cuadrangular enorme entre jardín central y derecho que hizo estremecer las gradas en su máxima expresión dejando nuevamente en el camino la posibilidad de colgarse una presea para el conjunto de las barras y las estrellas.

Pero los momentos duros también quedan, para Godoy han sido situaciones complicadas el quedarse en dos ocasiones a la orilla de conseguir medalla de un mundial con su selección sucumbiendo ante Australia por conducto de Adam Folkard (2013) y Andrew Kirkpatrick (2017) así como las dos finales perdidas del panamericano ante Venezuela en Paraná (2014 vs. Ramón Jones) y en Santo Domingo (2017 vs. Erick Urbaneja) a pesar de ya haber derrotado a la vinotinto en el mismo certamen en Panamá (2016).

Para estar entre los mejores hay que competir contra los mejores y Manu se metió en la mente que para estar en el radar de la élite hay que sacrificar muchas cosas. En su quinto año en el mejor softbol del mundo, Godoy ha sido recibido por segundo año en Denmark, Wisconsin por el equipo Circle Tap donde acompañado de sus compatriotas Román Godoy, Leo Latasa, Federico Eder, Martín González y Guillermo Patat lograron el subcampeonato del torneo más importante a nivel clubes en el mundo, a cambio de eso quedó temporalmente excluído del proyecto de la selección nacional al cual nuevamente anhela pertenecer.

No obstante existe dentro de él un sentimiento de gran felicidad debido a que a nivel colectivo; que más amigos sean ahora parte del mismo plantel hace que las cosas “sean un poco más sencillas”, además que a nivel personal “se van cumpliendo todos esos sueños que hubo en la niñez” y para él no hay cosa más maravillosa que eso.

El regreso a Paraná siempre es único para Manu quien admite adorar tanto su ciudad a tal grado de decir que: “Cada vez que me voy de casa en lo único que pienso es volver” y es que él ha entendido con el paso del tiempo, que un jugador no sería nadie sin las personas que lo rodean, a veces hay que hacerse fuertes estando tan lejos y encontró en su mujer y su hija las verdaderas razones para hacer las cosas con todas las ganas y sin bajar los brazos.

Agradecido por las oportunidades que la vida y las personas que estuvieron para él cuando más lo necesitó, sin pensar tanto en el retiro pero al mismo tiempo asimilando que el cuerpo no es eterno para la práctica del deporte, Manu ha visualizado su futuro después de los próximos 7/10 años en el cual le gustaría retribuir a las siguientes generaciones las enseñanzas dentro y fuera del campo que el softbol le ha dejado, la cual ya ha dejado en su actual equipo Patronato en las categorías inferiores, sin dejar del lado algún título con la selección nacional algo que él ha marcado como “una espinita clavada” y que espera conseguirlo antes de tener que dejar el guante y el bat.

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Written by Staff

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SANCADILLA

Sancadilla Columna de Opinión