Por: Memo González
Después de que la FIBA nos metió un serio susto a todos con la suspensión que recibió México que lo vetaba de participar en competiciones internacionales de basquetbol, la CONADE ha reconocido oficialmente a ADEMEBA (Asociación Deportiva Mexicana de Basquetbol) como el órgano rector del baloncesto en nuestro país.
El deporte ráfaga ha estado tan dividido en nuestro país que ni siquiera el gobierno sabía por dónde empezar a tratar de poner orden (digo tratar porque el secretario Castillo no es realmente una persona muy capacitada para ello).
Pero la realidad es que el impacto económico, mediático y por consecuencia político que tendría el que México no participara en los Juegos Olímpicos de Río en una disciplina como el basquetbol habría sido más costoso que cualquier negociación que se haya realizado entre CONADE, ADEMEBA, la FMB (Federación Mexicana de Basquetbol) y cualquier otro involucrado.
Sin embargo, la realidad de basquetbol nacional va más allá de eso. El baloncesto en México ha sufrido por demasiado tiempo a la sombra del fútbol, siendo un deporte que no recibe ni reflectores, ni publicidad a gran escala y mucho menos un apoyo remotamente comparable al que tiene el balompié en nuestra cancha llanera llamada México.
Falta de infraestructura, inversiones, calidad deportiva, interés comercial y sobre todo por el crecimiento del deporte en nuestro país han sido tan solo algunos de los obstáculos que se han tenido que enfrentar los aficionados al baloncesto en México.
Por eso colocan sus esperanzas en algunas personas respetables que verdaderamente aman el deporte y quieren tener un impacto en el escenario deportivo de nuestro país en vez de adueñarse de lo muchos o pocos (seguramente pocos) beneficios que pueda tener el dirigir el basquetbol en México.
Siempre estará la NBA.
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